El Camino de Santiago es una experiencia perfecta para conectar con uno mismo y con los demás, para descubrir lugares con un encanto mágico y para enamorarte de la naturaleza, la gastronomía y la cultura gallegas.
El verano es la estación escogida por la mayor parte de los peregrinos así que hoy os traemos una serie de consejos que os serán útiles para disfrutar al máximo del Camino, especialmente en los meses más calurosos del año.
La planificación es clave
La organización previa es fundamental, empezando por elegir qué ruta hacer y los días necesarios para ello.
Los Caminos Francés y Portugués son los que cuentan con un mayor número de servicios, están muy bien señalizados y tienen mejores infraestructuras de transporte. Pero también son los más masificados, especialmente en verano. Esto puede dificultar encontrar alojamiento, sobre todo en los albergues públicos cuyo registro se hace por orden de llegada. La decisión dependerá de tus objetivos, forma física y circunstancias.
También es importante planificar cada etapa, evitando caminar en las horas de más calor. Lo habitual es salir al amanecer para poder acabar la jornada antes de las horas centrales del día. Además, esto te permitirá disfrutar al máximo del viaje, haciendo turismo y descubriendo la belleza, la gastronomía y la amabilidad locales.
El equipaje
La mayoría de los peregrinos cargan con su equipaje durante toda la travesía. Es importante que sea ligero, llevando solo lo imprescindible para que el peso no sea excesivo. No hace falta llevar mudas para todos los días, pues hay prendas que se pueden lavar y volver a poner.
Además, existen servicios de traslado del equipaje de una etapa a otra, con los que el peregrino no tendría que cargar con ella.
En cuanto a la ropa y el calzado, deben ser cómodos y transpirables. Los calcetines también son muy importantes a la hora de evitar las ampollas. Estos mejor de algodón y sin costuras.
Además, tiene especial relevancia en verano el uso de protector solar y de elementos que te protejan del sol, como sombreros o incluso paraguas.
Durante el camino
Es fundamental mantenerse hidratado durante todo el día, no esperando a tener sed para beber e ingiriendo líquidos no muy fríos para evitar la deshidratación. Una buena opción es llevar una botella reutilizable, pero antes de rellenarla hay que asegurarse de que el agua de las fuentes es potable.
La comida se recomienda que sea ligera y con alimentos ricos en hidratos de carbono y minerales. Una buena opción es aumentar el número de comidas con menor cantidad de ingesta de cada vez.
Por otro lado, no se debe sobrecargar de esfuerzo las jornadas, especialmente las primeras. Es preferible empezar más suave e ir añadiendo kilómetros con los días, a medida que tu cuerpo se aclimate a las caminatas. En función de cada persona, las etapas habitualmente rondan de media los 15-20km o los 25-30km.
Y, por supuesto, una recomendación imprescindible para cualquier época del año es reservar algunos días para conocer Compostela, una ciudad única que conquista el corazón de cada peregrino que llega a ella. En el Gran Hotel Los Abetos tenemos una oferta especial para el Camino de Santiago, con desayuno buffet y late check out.