Antes de hacer el Camino de Santiago, descubre las 10 recomendaciones básicas para cualquier peregrino
Desde que abrimos nuestras puertas a la vera del Camino Francés hemos recibido a miles de peregrinos que consiguen la Compostela haciendo parada en el Gran Hotel Los Abetos. Gracias a esta experiencia, sabemos a la perfección qué necesidades tienen los peregrinos en su travesía a Santiago, así que hemos decidido daros 10 útiles consejos que os servirán para alcanzar la Compostela.
Las 10 cosas que debes hacer antes de empezar el Camino de Santiago:
1. Escoge bien las fechas. Aunque parezca una decisión baladí, no lo es. Si tienes vacaciones en agosto, quizá este mes no sea el mejor para hacer el Camino de Santiago. Hace mucho calor y, además, el Camino está muy masificado. Si puedes elegir, las mejores épocas son la primavera y el otoño, en las que disfrutarás de temperaturas agradables, pero sin achicharrarte (literalmente).
2. Haz un calendario preparatorio. No seas optimista con tu estado físico. Hacer el Camino durante varias semanas no es ninguna broma. Deberías ir al médico para que te hiciera un chequeo previo y, antes de lanzarte a la aventura, dedicar varios meses a prepararte físicamente. Recuerda que, durante las etapas, caminarás entre 20 y 30 quilómetros diarios durante varios días o semanas.
3. Acostúmbrate a madrugar. No es recomendable realizar las caminatas a plena luz del sol. Este es el motivo principal por el que los peregrinos se levantan muy temprano. A partir de las 5 de la mañana ya hay movimiento en albergues y hoteles de peregrinos que comienzan la etapa. Si madrugas, podrás llegar a destino antes de mediodía.
4. Revisa tu equipación. En la elección de un buen atuendo y accesorios para caminar radica buena parte del éxito de tu Camino. Aunque parezca una tontería, una mochila ligera y adaptada puede ayudarnos a sobrellevar el peso, unos calcetines adecuados o unas zapatillas para este uso son clave a la hora de mejorar la experiencia.
5. Ten cuidado con el peso. Intenta aligerar al máximo los bultos y el peso de tu mochila. Con una muda es suficiente. No es necesario (ni operativo) que te lleves la casa a cuestas. En los albergues u hoteles podrás lavar las prendas día a día para que no tengas que cargar con peso en exceso a la espalda. En ningún caso debes superar los 10 quilos de peso.
6. Protégete del sol. Una de las cuestiones que muchos peregrinos obvian es el sol. No olvides llevar crema protectora en la piel y una gorra o sombrero de paja para proteger tanto la cabeza como el cuello. Tantas horas caminando pueden provocarte quemaduras severas en la piel. Un paraguas plegable y ligero puede hacerte un servicio doble: protección contra el sol y la lluvia.
7. Lleva la documentación en regla. No puedes ir indocumentado a ningún sitio, tampoco al Camino. Protege en un lugar seguro los documentos imprescindibles para tu viaje: DNI, tarjeta sanitaria y tarjeta de crédito. Si lo guardas en la mochila, ten cuidado cuando la apoyes en algún lugar. El mejor lugar para que esté seguro: una riñonera.
8. No olvides ciertos accesorios. El papel higiénico, los pañuelos y las tiritas son bienes muy cotizados en el camino. Haz una lista de enseres de higiene básica que no debes olvidar. Además, una pequeña linterna, media docena de pinzas de la ropa, una pastilla de jabón y un cordel de nailon de tan solo 3 metros te harán más cómoda tu travesía.
9. No te vuelvas loco con la comida. Ni se te ocurra cargar con un camping gas ni lleves la despensa de tu casa sobre la espalda. En el camino encontrarás sitios asequibles para comer y también diversos supermercados para comprar comida. Lo que sí es aconsejable es que, en cada etapa, lleves agua, algún plátano o una barrita energética.
10. Antes de salir, consigue la credencial del peregrino. No te olvides de acreditar tu camino. Para hacerlo, tendrás que solicitar el carné de peregrino en alguna de las asociaciones de amigos del camino o en la parroquia de localidad que hayas elegido como punto de partida. Tendrás que acreditar un sello diario por cada etapa para que, al llegar a Santiago, te den la tan apreciada Compostela y recorrer, al menos, 100 quilómetros.
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