La Vía Láctea, guía para llegar a Compostela

La curiosa coincidencia entre el desarrollo del Camino Francés y el Paralelo 42 N. ¿Azar o providencia?

Larga es la tradición que vincula el bien llamado Camino de las Estrellas con el Camino de Santiago. ¿Por qué motivo? La razón no es otra que la peculiar coincidencia entre el desarrollo del Camino Francés a Santiago de Compostela con el recorrido, de este a oeste, del Paralelo 42 N.

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El Camino de las Estrellas o también denominado Camino de la Oca guía, a través de la Vía Láctea, en medio de la noche, hacia el Finis Terrae, lo que los romanos consideraban, erróneamente, el punto más occidental del mundo. El mismo lugar donde para algunos comenzaba el país de los muertos. El lugar donde para muchos se purifica el alma después de sellar la Compostela a través del Camino. En definitiva, lo que hoy en día todos conocemos como Fisterra o Finisterre.

Como peculiaridad, el Paralelo 42 N aúna enclaves vitales para la historia y tradición del mundo católico como los Montes de Hélade, el desierto del Gobi, Roma o Santiago de Compostela. En este contexto, es importante destacar que los primeros textos que hablan del Camino de las Estrellas datan su origen varios siglos antes del hallazgo del sepulcro del Apóstol Santiago en Compostela. Eso sí, el Camino Francés coincide, causualmente, con el recorrido del ya mágico Paralelo 42 N:

Roncesvalles 43°01′00″N; Sarria 42°46′53″N; Portomarín  42°48′24″N; Palas de Reis 42°52′29″N; Arzúa 42°56′00″N; Santiago de Compostela 42°52′50″N; Fisterra 42°54′18″

¿Azar o providencia? Descúbrelo tú mismo.

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